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Coronación de la Virgen y el Niño

Madre e hijo coronados con sendas coronas; reflejo de la gran devoción que los logroñeses sentimos hacia ellos, ya que ambas están fabricadas con las joyas que éstos donaron y que mandaron fundir en su día, para hacer las obras de arte.

Mucho tuvieron que ver en esto los miembros de su cofradía, que con su excepcional dedicación llevaron a cabo esta labor, contando también con la ayuda económica de los ciudadanos, puesto que el importe de las mismas fue considerable.

La Corona de la Virgen pesa solamente en plata 918 gramos, y la del Niño, 350, a estas cantidades hay que sumar el peso de las perlas, esmeraldas y piezas de plata con baños de oro o cruces con esmaltes. El presupuesto por la confección de la Corona de la Virgen alcanzó las 266.793 pesetas y el de la Corona del Niño fue de 201.489 pesetas.

Una suma elevadísima para la época a la que el pueblo logroñés contribuyó de buena gana, tratándose de tan extraordinario regalo para “Nuestra Señora La Virgen de la Esperanza”. Fueron diseñadas por uno de los miembros de la Junta Directiva de la Cofradía  don  Alfredo  Ruiz   y   por   mediación   de   la   “Joyería

Moreno”, las dos joyas fueron realizadas por la Casa de Platería y Orfebrería, “Eduardo Flores “de Barcelona. El Obispo de la Diócesis, fue quien tuvo el honor de coronar a Nuestra Señora el día de la festividad de nuestro Patrón “San Bernabé”, el día 11 de junio de 1980 y el lugar elegido para tan solemne ceremonia fue la Concatedral de Santa María de la Redonda. Ese mismo año fue coronado el Niño en la fecha del día de la Virgen de la Esperanza; el 18 de diciembre; esta vez en la iglesia de Santiago el Real, lugar al que los devotos acuden a visitar, rezar y venerar a la queridísima Madre.

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